domingo, 30 de agosto de 2015

17 FINAL DE VIAJE

30 de Agosto de 2015, Nairobi, Kenia.


Última etapa del viaje consistía en recorrer Tanzania de abajo arriba para llegar a la misión de los curas M. Ángel y Pepe, en Mangola. Queríamos dejar la furgoneta allí aparcada. La conducción se hacía pesada por los innumerables controles de policía con sus rádares y todo. A pesar de conducir con sumo cuidado, nos cazaron en dos ocasiones, una a mí y otra a Javi. Yo me escapé de la multa/soborno a base de charla; no sucedió lo mismo con Javi, el poli había detectado que Lola no llevaba puesto el cinturón de seguridad. Javi se puso a dar carrete al oficial pero sin resultado. Éste llegó a mencionar la biblia:
-Si te castigo por faltar a la ley aprenderás a no fallar otra vez. Eso viene en la biblia.- Decía
-También la biblia habla del perdón.- Respondía Javi
Pasaban los minutos con mucho bla bla bla pero el agente no se ablandaba e insistía en el importe de la sanción: 30.000 Chelines, unos 15€
Ese día se me había puesto un ojo rojo por forzar la vista al conducir desde las 04:00AM de la mañana por las calles oscuras de Dar es Salaam para evitar el atasco monumental que se instalaba en las vías de la ciudad a partir de las 06:00AM. Además de rojo, el ojo segregaba gran cantidad de lágrima, el caso es que mi cara era un poema. Entonces se me ocurrió hacer teatro para ayudar a Javi.
Salí de la "hippy" y me senté en un tronco junto a los policías y me puse en actitud doliente. Llamé a Sofi y le pedí que me echara agua el ojo. Yo estaba tumbado boca arriba encima del tronco. La escena llamó la atención de los policías.
-¿Qué le pasa a tu padre?
-Está enfermo lo llevamos a un hospital a Arusha.
-Está bien, seguid vuestro viaje.- Dijo el oficial devolviéndole a Javi el carnet de conducir.
Nos metimos en el vehículo y salimos de allí pitando.
La verdad es que los encuentros o contactos con los policías han sido casi siempre la mar de agradables. Quitando el poli que multó a Sofi, que era un caso especial por malencarado y corrupto, el resto han sido personas simpáticas con las cuales entablabas conversación y chascarrillos a la mínima. Incluso cuando te pillaban con el radar con exceso de velocidad, no costaba demasiado comenzar una charla y terminar sin sanción con un "Buen viaje""Muchas gracias". Da gusto el carácter paciente y relajado de estas gentes.
Muchos domingueros en la playa de Dar es Salaam




En Mangola limpiamos la furgo, la subimos encima de tacos de madera y la cubrimos con una lona. De nuevo Pepe y M. Ángel no han puesto pegas a nuestro abuso y hemos podido aparcar el coche en su garaje. Además nos han acogido como siempre, dándonos casa, cama, comida, entretenimiento y otras muchas cosas. "Asante sana tena" (muchas gracias de nuevo).

En el autobús Arusha/Nairobi nos pasó algo curioso. Cuando habíamos recorrido unos 20 kms, nos adelantó un turismo que se plantó justo delante de nosotros y, reduciendo la marcha hasta parar, nos obligó a nosotros a detenernos también en la cuneta. Tanto los pasajeros como el conductor nos quedamos perplejos, entre sorprendidos y enfadados. El coche lo conducía una mujer que se bajó y se acercó a la ventanilla del conductor de nuestro bus.
-¿Está aquí un pasajero que se llama Kevin?- Preguntó
Nuestro chófer se quedó pensativo unos segundos, después giró la cabeza y nos habló a todos los pasajeros:
-¿Hay alguien que se llame Kevin?
-No-, dijimos nosotros. El resto del pasaje también negó llamarse Kevin, Todos menos un joven que estaba durmiendo.
Entonces la mujer, de unos veinticinco años, rodeó el autobús, le pidió al conductor que abriera la puerta y se metió dentro. No tardó ni un segundo en localizar al famoso Kevin; era el que dormía, mejor dicho, el que fingía dormir. Ella lo agarró de la oreja y lo sacó del vehículo a la fuerza (exagero un poco). El hombre estaba entre adormecido y borracho, más lo segundo que lo primero. Todos nosotros nos partíamos de la risa.
-¡Se ha escapado de casa y su mujer lo ha cazado!-decía nuestro chófer riendo a todo trapo.
-¿Qué habrá hecho?-preguntaban las pasajeras entre carcajada y carcajada.
Nunca supimos exactamente la razón de lo ocurrido, el caso es que cuando llegamos a Nairobi había un joven de la edad de Kevin, unos 25 años también, preguntando por él. Es muy posible que fuera un compinche de juergas, pero eso es suposición mía.

Ahora estamos alojados en casa de Pablo Traspas, Bea y Aníbal en Nairobi. Nos han puesto hasta coche y chófer. Otra vez os agradecemos vuestra hospitalidad y generosidad.
Con esto nos despedimos de vosotros queridos lectores y os damos las gracias por aguantar este tostón. Tostón que continuará cuando llevemos la furgoneta a casa por carretera, pero eso ya os lo contaremos en otro blog.

Preparando la "hippy" para largos meses  de inactividad.

1 comentario:

  1. Solicito consagrarme divinamente de mi patología con los Dioses e ídolos africanos en calidad de alejarme de mis enemigos peculiares (bandas de secuestradores y calumniadores) por tales Dioses e ídolos africanos con defenderme por mis clanes aborigenes de Guatemala y del mundo a través de un correo electrónico televisivo a mi colonia con mis clanes aborigenes, sin la restriccion de evitar a tales clanes aborigenes televisivamente en los correos electrónicos a las bandas de secuestradores de mi colonia.

    Atentamente:
    Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
    Documento de identificacion personal:
    1999-01058-0101 Guatemala,
    Cédula de Vecindad:
    ORDEN: A-1, REGISTRO: 825,466,
    Ciudadano de Guatemala de la América Central.

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