domingo, 12 de julio de 2015

5 ¡ SERPIENTE EN EL RESTAURANTE !

¡ SERPIENTE EN EL RESTAURANTE !

No es una mamba verde.

La descubrió Alegría, en la terraza del restaurante. Al ver que se dirigía al interior salió disparada a decírselo a la recepcionista. Por el camino iba diciéndonos:
-“¡Mamba verde!, ¡Mamba verde!
Salimos todos corriendo, pero en vez de alejarnos, nos acercamos al supuesto lugar donde estaba el reptil venenoso. También aparecieron al instante la recepcionista y uno de los camareros armado con una escoba. La serpiente estaba escalando por una de las columnas del comedor. Al acercar la escoba el trabajador, la supuesta mamba verde se enroscó en el palo del cepillo, y con un par de golpecitos el camarero la depositó en el suelo.
-“No es una mamba verde, es otra especie que no es peligrosa”. Dijo.
Nos tranquilizamos, pero sólo un poco, porque la bicha era verde casi fluorescente. La pinta era mortífera. No demasiado larga, como unos 80cm, y bastante fina, como un dedo meñique.
Una vez en el suelo, el animal se desplazó alocado. A base de escobazos acabó escondida en uno de los macizos del jardín del restaurante. Allí quedó. Los camareros volvieron a sus rutinas, los turistas nos quedamos un poco tensos al principio, pero poco a poco nos relajamos y a los pocos minutos la calma volvió al lodge.
Sucedió en el Tarangire Safari Lodge, uno de los hoteles del Parque Nacional Tarangire de Tanzania. La terraza del restaurante tiene unas vistas espectaculares; se divisa un extenso valle surcado por un río al que acuden los animales a beber, sobre todo elefantes. Sentarse allí a pasar el rato disfrutando de la vista es algo realmente placentero.
El día de parque estuvo bien, vimos elefantes de todos los colores en un territorio de llanuras de sabana típicamente africanas. Este parque es famoso por los elefantes y por los paisajes.
El dueño de este camping era un masai.


Tarangire National Park

En el mirador del Lago Manyara
El día anterior hicimos noche en Mto Wa Mbu ("río de los mosquitos", en swahili). El camping se llamaba Fanaka, y estaba muy bien. El cocinero se acordaba de nosotros y nosotros de él. Nos preparó una cena deliciosa compuesta de sopa, buenísima, después pollo o pescado con una sabrosa guarnición de arroz y menestra de verduras; de postre un plato de frutas variadas para cada uno. Puede que sea la última cena un poco sofisticada del viaje. Ya veremos.
Kilimanjaro.

Volvimos al Marangu Hotel (al camping) donde, a la mañana siguiente, visitamos las cascadas que hay por las cercanías. Día de relax y de internet imposible; y de lluvia también.
Cascadas en Marangu, Kilimanjaro.

Marangu Hotel. Despedida de "Fer".

1 comentario:

  1. Las fotos son fantásticas. No me puedo imaginar cómo será todo in situ. Gracias "tribu Yanes" por invitar a Lola a compartir esta aventura con vosotros.

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